sábado, 6 de noviembre de 2010

Entrevista a Sigfrid Monleón/Director de cine

“Tengo dos proyectos entre manos pero no puedo hablar de ellos si no están cerrados porque soy muy supersticioso”
Las estrellas desfilan por la alfombra roja del Festival de Cine de Valladolid y entre ellas el director de cine Sigfried Monleón presenta su último documental y habla de su carrera.

Jesús Ismael Reyes

Sigfrid Monleón (Valencia, 1964) ha prensentado en el Festival de Cine Internacional de Valladolid, Seminci, su último trabajo en forma de documental y que lleva el título de Ciudadano Negrín. El también guionista ha sido nominado al Goya en tres ocasiones, en 2002 por el guión de La isla del holandés, en 2005 por el documental de varios autores Hay motivo, y en 2008 por el documental El último truco, que trataba sobre la vida y obra del genio de los efectos especiales Emilio Ruiz del Río.

-Se ha encontrado en la 55 edición de la Seminci para presentar su último documental Ciudadano Negrín. ¿Cómo surge la idea de llevarlo a cabo y en qué momento deciden ponerse al mando los tres directores, Carlos Álvarez, Imanol Uribe y usted?
-Es una historia complicada. Hay que remontarse tiempo atrás porque encontramos unas películas en el exilio de Juan Negrín y nos sirvió de clave para presentar al personaje que durante los últimos años, y después de ser víctima de Franco y de las luchas de poder, ha quedado olvidado. Con éstas películas encontramos una misión importante para recoger lo que en aquellos años se llamo propaganda y hacerlo ahora película. Carlos Álvarez fue el que encontró las películas, junto a Juan filmaron gran parte del documental junto a la nieta del político Carmen Negrín y el resto me lo pasaron a mí para encontrar un relato cinematográfico.
-Ciudadano Negrín recoge momentos muy personales de la familia del político, ¿cuál es la intención?
-Han pasado setenta años y es difícil circunscribirlo. Hay que hablar de la acción política y del propio Negrín como presidente de la II República, pero también del trasfondo humano de las tomas de decisiones que realizó. Por eso se entrelazan las fuentes históricas con las personales para dar paso a la parte íntima del personaje con la intención de dar protagonismo a la última parte de su vida.
-Si hubiese entrado dentro del concurso, ¿cree que tendría posibilidad de optar a la Espiga?
-Para empezar tengo que decir que la película no está completamente terminada y por eso es importante darla a conocer ahora, es con lo que me quedo. Señalar que Negrín está olvidado por su contexto histórico y político, es decir, en la Guerra Civil española, donde el país está sujeto a fuerzas internacionales y eso lo mostramos. De esta manera hay quien tiene de la película una lectura muy actual y futurista con la intención de devolverle a Negrín su pasado y saber de él, un pasado manipulado y silenciado.
-El cónsul de Sodoma es su último largometraje. La película ha estado rodeada de polémica, ¿por qué lo cree?
-La polémica surge porque es un hombre que murió en el año 90 y el cine español no está acostumbrado a tratar temas tan recientes. Yo quiero reflejar lo vivo del personaje de Jaime Gil de Biedma a los espectadores. Un personaje muy controvertido pero me he sentido respaldado por personajes ilustres como Luis García Montero, heredero de la poesía de la experiencia y muy cercano a Jaime Gil, además de familiares. Mi intención era hacer una película de ficción en la que se sintiera a gusto como personaje y estoy muy orgulloso de haber roto una lanza para que perdamos miedos. Es sólo hacer ver que es poeta y esto mismo lo encarnó Jaime Gil de Biedma en su vida.
-¿Imaginaba que pudiera suceder?
-Sí, yo ya contaba con la controversia de las voces políticas incluso antes de haberse rodado la película.
-Jordi Mollá encarna la figura de Jaime Gil de Biedma, ¿por qué decide darle el papel a él?
-Porque Jordi Mollá trabaja a partir de la voz y lo veo reflejado así con el don de Jaime como poeta. Mollá es un actor que construye los personajes perfectamente ya que es un actor con carisma, como Jaime Gil. Me cuadró enseguida.
-Bimba Bosé es la cara femenina protagonista interpretando a Bel, Isabel. ¿Volverá a contar con ella para otros trabajos?
-Me encanta porque es una actriz de sangre. No creo en la aristocracia pero sí en las familias de artistas, el arte se transmite desde la cuna. Bimba ha interpretado a Bel porque tiene ese punto bohemio como el personaje. Claro que contaré con ella en el futuro.
-El cónsul de Sodoma ha estado presente en el Festival de Cine Gay de Turín, Italia. ¿Se mueve mucho por ambientes internacionales?
-Mi película ha estado en Los Ángeles, San Francisco y en muchas plazas internacionales importantes y no sólo en festivales de temática gay. Creo que lo fundamental es dar a conocer aspectos de la cultura y de la sociedad española poco vista relacionada con la alta burguesía de esos años y sobre todo relacionada con la catalana. Llama la atención ver ambientes cosmopolitas y de otra dimensión del país bajo una época diferente como era la de la dictadura de Franco.
-'El último truco', 'Hay motivo' y ahora 'Ciudadano Negrín'. ¿Qué tienen los documentales que le gustan tanto?
-Toda película implica un pacto con lo real y con los documentales la realidad se multiplica y pasa testimonios. Me gusta trabajar a partir de materiales no ficticios y sin ataduras de la ficción, es decir, con temas que sólo se encuentran en la realidad. Me identifico así mucho con el argumento.
-Tres nominaciones Goya pero aún no ha llegado ninguno como premio. Cuando realiza sus películas y documentales piensa: ¡Ahora sí me lo dan!
-Nunca pienso en los premios, sólo en hacer la obra bien hecha.
-¿Qué otros proyectos prepara?
-Tengo dos proyectos entre manos pero no puedo hablar de ellos si no están cerrados porque soy muy supersticioso.

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